Desayuno en el hotel y salida hacia Sanlúcar para realizar la visita del Parque Nacional de Doñana en barco y con todoterreno, la única visita en la actualidad que recorre todos los ecosistemas del Parque.
Inicio de la visita a la playa de «Bajo de Guía» en Sanlúcar de Barrameda» Transbordo hacia Doñana en una de las tradicionales barcazas que realizan el cruce del río Guadalquivir. Una vez en la orilla del Parque Nacional, iniciaremos el recorrido en vehículos todo-terreno que nos llevará a visitar los diferentes ecosistemas del interior de Doñana: su inmensa playa, las famosas dunas móviles de blancas arenas, los frondosos pinares que forman los cotos, el borde, que marca la frontera entre el bosque y el humedal, zona de frecuente afluencia de la fauna propia del Parque y finalmente la interminable llanura de la «marisma». lugar que en invierno acoge miles de aves acuáticas procedentes del centro y norte de Europa.
Finalizamos el recorrido en «La Plancha», un antiguo poblado de barracas en el que vivían los habitantes de Doñana. Aquí nos esperará el buque Real Fernando para recorrer el último paisaje de Doñana y al que le debe su existencia: el río Guadalquivir.
Durante la navegación, de unos 30 minutos recibiremos las explicaciones sobre el río, sus orillas, sus orígenes, su fauna, etc., hasta volver nuevamente al punto de partida en Sanlúcar. La duración de la visita completa es de 2,5 horas aproximadamente. Todo el recorrido cuenta con explicaciones a cargo de nuestros guías y breves paradas en los lugares de mayor interés. Almuerzo en Sanlúcar de Barrameda.
Por la tarde visitaremos Cádiz, La «Tasseta de Plata» considerada la ciudad más antigua de Occidente. Su fundación se debe a los fenicios, pueblo marinero que haría de Gadir una importante colonia comercial en la que se asentarían posteriormente cartagineses, romanos, visigodos y musulmanes. Ciudad cosmopolita y abierta, Colón eligió su puerto como punto de partida para su segundo viaje al Nuevo Mundo.
La ciudad se convertiría, en puerto de Indias, aglutinando el flujo mercantil con América. Esta frenética actividad comercial se tradujo en una etapa de esplendor económico y cultural, en la que se erigen los palacios barrocos con sus características torres miradores. La Catedral, visible desde el mar, especialmente su cúpula recubierta de mostradores dorados, encaja a la perfección con la fisonomía gaditana de aires coloniales. Combina los estilos barroco y neoclásico. El comercio con las Indias despertó la cobardía de los piratas haciendo necesario que la ciudad se fortificara.
Regreso a Jerez y cenar al hotel.