Las capitales escandinavas que no puedes dejar escapar: Copenhague, Estocolmo y Oslo!

Hola amigos viajeros! Hoy os hablaremos de las 3 mejores capitales escandinavas!

Las ciudades encantadoras y bosques remotos de Escandinavia, cautivan por igual a los más urbanitas así como a los amantes de la naturaleza. Y es que  no hay ninguno otro lugar en el mundo como esta región formada por la agrupación de tres países magnificents: Dinamarca, Suecia y Noruega. Algunos diréis que son similares, pero en realidad, este hecho no es así, puesto que cada estado tiene una idiosincrasia propia con ligeras y sutiles diferencias, que hacen que cada uno de ellos sea único, exclusivo e inigualable.

De hecho, esta tierra es conocida para tener noches eternas en invierno y días infinitos en verano, cuando podréis disfrutar de los paisajes más bellos, evocadores y legendarios del norte de Europa, protagonizados por espectaculares costas, fiordos alucinantes, cordilleras y archipiélagos sembrados de islas que invitan a ser explorados desde el mar o bien desde tierra, haciendo magníficas excursiones y actividades al aire libre.

En esta ocasión, pero, os queremos hablar de algo diferente, dejando atrás esta parte más salvaje y extraordinaria para ofreceros un recorrido diferente, seductor y, sobre todo, urbano; un artículo dedicado en las cosmopolitas ciudades de Copenhague, Estocolmo y Oslo.

Y por qué consideramos que son tan interesantes? Pues es muy fácil, dado que consiguen fusionar con toda la naturalidad del mundo, aquello tradicional y moderno o algo antiguo y nuevo, hasta el punto de llegar a crear e inventarse imaginativas soluciones para adaptarse en la vida actual y a las nuevas necesidades urbanas del s. XXI. Todo esto se ve claramente en los numerosos espacios históricos y degradados que con el paso de los años se han reconvertido en barrios sostenibles, vibrantes y vanguardistas que albergan excelentes museos, donde se puede probar una gastronomía exquisita y dónde encontraréis una efervescente vida nocturna. Lugares que merecen la pena que descubrís y dónde aprenderéis que por encima de todo, los habitantes de estas regiones ni son secos, ni fríos, ni poco amigables, sino todo al contrario, os acogerán con los brazos abiertos; y es que por algún motivo será que los países nórdicos son considerados los más felices del mundo!

Así que, si tenéis unos días libres, preparáis las maletas y dirigíos hacia Copenhague, la capital danesa y la primera parada de esta ruta que hoy os ofrecemos.

Copenhague, una ciudad que os sorprenderá

Copenhague es una ciudad que enamora a todo el mundo con su perfecta combinación de tradición y modernidad, siendo una de los destinos de moda del continente con numerosos museos, tiendas, bares y ocio nocturno.

Esta es estimulante y a la vegada muy cosmopolita, a pesar de que podríamos llegar a decir que no es tan majestuosa como Estocolmo ni tampoco disfruta de la espectacular situación geográfica de Oslo. Aun así, la milenaria ciudad portuaria ha mantenido con el paso del tiempo buena parte del encanto de su núcleo histórico, marcado por sus plazoletas empedradas y las casas de tonalidades pastel. Actualmente, pero la urbe, focaliza su actividad y sus esfuerzos para trabajar en la proyección de nuevas construcciones más innovadoras, sostenibles, vanguardistas y técnicas que se aprecian en las obras de la futurista red de metro o en los  barrios contemporáneos, respetuosos con el medio ambiente.

La ciudad también pone a vuestra disposición un amplio abanico de mediados de transporte públicos que aliviarán los traslados entre los diversos puntos de visita, a la vegada que os permitirán descubrirla en pocos días. Y antes de que me olvide, os aconsejo que hacéis la primera parada a la oficina de turismo para informaros debidamente del que no os podéis perder y comprar la Copenhague Cardo, una tarjeta que os permite viajar ilimitadamente a los autobuses y trenes, a la vegada que también os ofrece importantes descuentos en numerosos museos y atracciones de la región.

Después de esta breve introducción, pasaremos a la acción! Os hemos preparado un pequeño itinerario de dos días completos, que recorre los puntos más célebres a visitar. Esperamos que la propuesta os guste!

El primer día estará dedicado en el centro de Copenhague, y si os parece bien, se puede empezar parando en la plaza Rådhuspladsen o plaza del Ayuntamiento, donde encontraréis el reloj Jens Olsen, una interesante y completísima obra de ingeniería que indica desde la hora hasta la rotación de los planetas. Aquí también encontraréis la Vejpigerne, una escultura dorada que antiguamente anunciaba el tiempo.

Canal de mar de Copenhague

Desde este punto, podéis seguir por la calle Strøget, una de las arterias más extensas de la ciudad para ir de compras y que limita con el atractivo barrio Latino, punto donde se erige la conocida Torre Rodona, un monumento curioso que fecha del siglo XVII, donde merece la pena subir para disfrutar de las impresionantes vistas de la ciudad.

A continuación, la siguiente parada será al islote de Slotsholmen, para ver los edificios principales del gobierno central y el más importante, el Palacio de Christiansborg, donde convendría visitar las salas de recepción reales, los establos y las ruinas del antiguo castillo de Absalom. De lo contrario, si sois unos enamorados de la historia, entonces os recomendamos que entráis al Nationalmuseet, uno de los museos más destacables de Dinamarca donde se exhiben numerosas reliquias que os darán una idea muy completa de la evolución del país desde la Era Paleolítica, pasando por los vikingos, la Edad Mediana y el Renacimiento.

Desde el museo podéis seguir a pie hasta llegar al Canal de Nyhavn, uno de los principales atractivos de Copenhague, considerado un auténtico icono de la ciudad representada en multitud de fotografías y cuadros. Ya de vuelta hacia el hotel, todavía podéis acercaros al parque de atracciones Tívol, uno de los más antiguos de Europa que destaca por sus jardines y su entorno mágico antes de volver al hotel a descansar.

El segundo día, centraremos la atención en el barrio de Østerbro, el lugar donde reside la clase acomodada y donde se encuentra el segundo icono de la ciudad, la estatua de La Sirenita, el símbolo y protagonista de uno de los cuentos de Hans Christian Andersen. Y como anécdota sorprendentemente, si paseáis por el mismo puerto todavía encontraréis su escultura gemela, una de mucho más moderna y daliniana, donde también merecerá la pena que os hacéis una fotografía!

Desde aquí, paseando tranquilamente os plantaréis a la fortaleza del Kastellet, donde te invitamos a descubrir los verdosos y encantadores campos que rodean este espacio mientras esperáis que a las 12 h se produzca el famoso cambio de guardia. Recordáis que esta fortaleza es de uso militar y, por lo tanto, no se puede visitar!

Y muy cerca de aquí, os animamos a descubrir algunos de los nuevos edificios y castillos reales, como el palacio de Amalienborg, la actual residencia de la familia real danesa o el magnífico Castell de Rosenborg, el cual brilla con su estilo renacentista y donde podréis encontrar auténticos tesoros. Sin duda, una visita que os dejará fascinados.

Para acabar, y antes de despedir nuestra estancia en Copenhague, hay un par de cosas que todavía os queremos recomendar. Una es la de navegar por los encantadores canales de la ciudad mientras llenas la cámara de fotos y recuerdos, y el otro es  la visita del pequeño barrio de Christianshavn, donde hay la ciudad libre de Christiania y la iglesia Vor Frelsers Kirke, que destaca con su cúpula en forma de espiral.

Después de un largo día lleno de emociones, ya será hora de salir a cenar. Este muy seguro, será uno de los momentos más mágicos del día para desconectar de todo el estrés y pensar en el que hemos vivido y en las maravillas que hemos visto. Y por eso, seguramente querréis dedicar una estoneta a probar exquisitas delicias locales, puesto que Dinamarca ha hecho un giro espectacular en su gastronomía, y concretamente, su capital, que ofrece actualmente una rica y creativa oferta gastronómica, que comprende desde modernas propuestas nórdicas premiadas con estrellas Michelin, hasta bares y restaurantes de moda, pasando por establecimientos tradicionales donde se pueden degustar auténticas delicias.

A pesar de que muy probablemente ya os gustaría quedaros unos cuántos días más, este es el momento perfecto para volver hacia el aeropuerto y tomar cualquier de los numerosos quieres directos que con una hora y pico os llevarán hasta Estocolmo, la capital sueca.

Estocolmo, la metrópolis del Báltico

Es muy conocido que Europa cuenta con numerosas capitales bellas, a pesar de que muy pocas pueden presumir del encanto formidable y majestuoso que rodea Estocolmo. Cornada por el color miel de los rayos del verano y alardeando de una fría elegancia, sus edificios de tonalidad azafrán y canela se erigen solemnemente sobre catorce islas rodeadas de unas gélidas e intrigantes aguas de tonalidades celestes que no os dejarán indiferentes. Sus encantos son muchos e irresistibles: desde su núcleo histórico, tan pictórico y exquisito que parece extraído de una película, hasta los barrios más modernos.

Por todo esto y mucho más, la capital sueca os invita a perderos entre palacios y edificios medievales que acarician el mar Báltico. Del mismo modo que hemos hecho en Copenhague, aquí os proponemos dos días más de visita, aprovechando los días largos del verano para conocer intensamente esta metrópolis.

El itinerario está pensado para recorrer los puntos más interesantes de la ciudad y se puede hacer perfectamente en dos días de manera tranquila.

Cómo hemos hecho en Copenhague, el primer día lo centraremos a conocer el barrio histórico de Gamla Stan de Estocolmo, donde todavía se pueden encontrar numerosos restos del siglo XIII. De hecho, esta isla reúne un importado legado histórico, con numerosos lugares de interés, como el imponente Palacio Real, monumento que refleja el esplendor de este país entre los siglos XVII y XVIII. Siendo una de las fortalezas más grandes de todo Europa, es la sede de la ceremonia del cambio de guardia, uno de los espectáculos más populares de la ciudad. Las zonas del palacio abiertas al público os permiten recorrer magníficas salas decoradas con suntuosos mobiliarios, obras de arte y artesanía de valor incalculable. El salón de Estado y la capilla real se caracterizan por su belleza y riqueza ornamental y, incluso, podéis visitar el museo Livrustkammaren, donde se exponen piezas únicas de armería real, carruajes y vestuario de hace más de cinco siglos.

Después de comer, podéis hacer un paseo por las calles sinuosas del centro histórico, parando en la plaza Stortorget, la más bella de la metrópolis, rodeada de edificios nobiliarios y solemnes palacetes. En esta área también encontraréis numerosas botiguetes de recuerdos, librerías, galerías de arte, iglesias y pequeños cafés, donde descansar un poquito antes de volver al hotel.

En el segundo día podéis seguir con la visita de Djurgården, la isla donde se sitúan los museos más interesantes de la ciudad, así como numerosos espacios de ocio para hacer caminatas o ir en bicicleta. Si os interesa, aquí podéis visitar Skansen, el museo al aire libre de Estocolmo, un espacio que recrea los barrios de Estocolmo tal como estaban en el siglo XVIII. Las casas reproducen fielmente la arquitectura de la época hasta el mínimo detalle, con mobiliario y decoraciones de la época. También descubriréis cuáles eran los antiguos oficios con los diversos artesanos que todavía continúan trabajando. De hecho, esta es una experiencia muy original, que os llevará al pasado, donde descubriréis como se vivía durante la edad mediana, y donde podréis comprar artesanía local, pan y otras delicias acabadas de salir del horno o participar en las diversas actividades que se organizan.

Otro monumento imprescindible que tenéis que visitar es el museo Vasa para ver la fascinante exposición del galió Vasa, la nave en mejor estado de conservación del mundo que fecha del siglo XVII, que naufragó en 1628 en la ciudad, durante su viaje inaugural. Después de 333 años al fondo del mar, este enorme barco de guerra fue recuperado y trasladado hasta este emplazamiento, donde podréis conocer su fascinante historia llena de incertidumbres y misterios.

En el ámbito gastronómico, la ciudad os ofrece muchas posibilidades. Con seis restaurantes premiados con estrella Michelin, Estocolmo se ha convertido en un destino culinario importante, donde se ofrecen mariscos de primera calidad y platos tradicionales, entre otros.

Después de cuatro días intensos recorriendo Copenhague y Estocolmo, ya será hora de despedirnos para tomar el tren que nos llevará hasta hacia la cautivadora Oslo, una ciudad cosmopolita donde la arquitectura pone de manifiesto el exquisito gusto de los escandinavos por el diseño.

Oslo, una ciudad pequeña con mucho para ofrecer

Por el resto del mundo, Noruega es el lugar donde la madre naturaleza creó su obra maestra. Con paisajes de infarto, uno tiende a olvidarse que también el ser humano sabe ser creativo, motivo por el cual muchos visitantes quedan sorprendidos cuando descubren Oslo, la capital más antigua de Escandinavia, un lugar animado y dinámico, llena de museos y pinacotecas de alto nivel y con una oferta nocturna muy diversa y adictiva, que va desde la ópera hasta el rock indie.

Pero no solo esto! Si también os gusta la natura, os recomendamos, que alarguéis un poco vuestra estancia en la ciudad, puesto que esta se encuentra rodeada de bosques, montañas y lagos ideales para navegar, hacer excursionismo o deporte.

Y como ya es tradicional, aquí tenso una idea de cómo podéis planificar vuestra corta estancia de dos días para visitar el máximo, ahorrando tiempo.

El primer día después de haber almorzado, os sugerimos que andáis la principal arteria de la ciudad, Karl Johan, el cual os llevará hasta el magnífico Palacio Real, lugar que no podéis dejar escapar y dónde recomendaríamos que hicierais una visita guiada de sus interiores formidables.

Por la tarde, los amantes del arte tenéis una cita ineludible a la Galería Nacional donde se muestran algunas de las mejores obras de arte europeas, entre ellos, la reconocida obra del Grito, de Munch. Aun así, muy cerca de aquí, también se puede andar por los varias calles de origen medieval que os llevarán hasta la fortaleza de Akerhus, situado en un emplazamiento espectacular y donde se encuentran algunos de los edificios históricos más importantes en la ciudad.

Finalmente, por la tarde, acercaos hasta el Ayuntamiento, el cual alberga la opulenta sala de ceremonias donde se entrega anualmente el premio Nobel de la Pau, además de pasear por los alrededores del bullicioso muelle de Aker Brygge, pleno de botiguetes, deliciosos restaurantes y bares, que se ha convertido sin ningún género de duda en uno de los puntos más visitados y acogedores de la ciudad.

Gastronómicamente, no podéis marchar sin probar algunos productos locales tales como las exquisitas arengadas o el famoso salmón noruego.

El segundo día nos desplazaremos hasta el punto de inicio del sender que parte hacia el lago Maridalsvannet, donde podremos hacer una excursión a pie o en bicicleta y donde podréis conocer no solo la naturaleza del lugar, sino también su historia, puesto que pasaréis por lugares tan interesantes como Grünerløkka, uno de los barrios más encantadores y de moda de la ciudad o la icónica Ópera de Oslo,  el emblema de la ciudad que no podéis dejar de visitar y fotografiar!

Después de comer, os recomendamos que os dirigís hacia la península de Bygdøy, donde se sitúan dos interesantes museos náuticos: el Museo de Barcos Vikingos, donde reviviréis las aventuras de este pueblo tan sorprendente y el Museo Fram, dedicado a la nave más resistente del mundo, y la única que ha estado tanto en Pol Norte como la Antártida en tres expediciones diferentes hasta principios del siglo pasado. Ahora lo puedes visitar y aprender algo más sobre los exploradores polares más destacados de la historia de Noruega.

Finalmente, después de unos días emocionantes y con la cámara llena de fotografías y buenos recuerdos, ya será hora de volver!

Esperamos que estas palabras os hayan convencido que el irresistible y seductora Escandinavia, con sus enérgicas, animadas, coloridas y vanguardistas ciudades de Copenhague, Estocolmo y Oslo, consideradas por algunos las capitales más bellas y extraordinarias del norte de Europa, os ofrecen todo el que buscáis y mucho más!

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Pues el Club del Viatger os propone un viaje por las Capitales Escandinavas: Copenhague, Oslo, Estocolmo y Helsinki. Cada una de ellas tiene unas características únicas que harán de este viaje un recorrido único para conocer de primera mano una de las regiones más maravillosas del Norte de Europa.

Descubriremos Copenhague, la capital de Dinamarca, un diamante en bruto que sorprende por su ambiente amable y sus edificios al más puro estilo escandinavo. También visitaremos Oslo, capital noruega, una combinación excepcional de preciosos paisajes naturales con el bullici de la gran ciudad. Conoceremos la joya de Suecia, Estocolmo, formada por una pequeña galaxia de islas en medio del Mar de Estocolmo que se muestra vibrante y creativa, pero también clásica y tradicional. Finalmente, acabaremos nuestro precioso recorrido en la capital de Finlandia, Helsinki, donde sus calles, entrelazados con las bahías, las calas y las islas del Báltico, desbordan una magnífica y única arquitectura que, a buen seguro, no nos dejará indiferentes.

Un viaje completo donde descubriremos cuatro capitales únicas de una manera especial: haremos trayectos en tren que nos llevarán de un país al otro mientras disfrutamos de un insuperable escenario con un espectáculo natural impresionante y atravesaremos el Mar Báltico para llegar hasta Helsinki.

Nos vamos  del 6 al 14 de septiembre.

Queréis más información? Nos podéis contactar al 937665996 o llenando este formulario.